Every Mind

Gabriela Jácome

     Vivir con ansiedad es como estar atascada en un carrusel interminable y no poder bajarte. El pánico aumenta poco a poco desde la parte inferior de mi estómago hacia mi cabeza. Es espeso y pegajoso como la miel, y mientras sube por mi cuerpo también aumenta mi nivel de pánico. Mi corazón empieza a latir cada vez más fuerte, y mis pensamientos se vuelven más constantes convirtiendo a mi cabeza en una cinta de grabación: imágenes, palabras, personas, memorias, sonidos. Todo gira en un carrusel masivo a un ritmo muy rápido. Este carrusel no es divertido ni emocionante como los que usualmente ves en las ferias. Este carrusel gira rápido, por afuera todo es borroso y tengo la sensación de nauseas al estar moviéndome de arriba abajo, dando vueltas tan rápido que no puedo procesar lo que está pasando.

Es como estar en el medio de un huracán, dentro del ojo de la tormenta. Todo es silencioso. Se podría pensar que estoy a salvo, pero sé que no lo estoy. Puedo ver la destrucción aproximándose, girando tan rápido que no puedo ni determinar en qué sentido va. No sé qué es mío y qué no, qué es seguro y qué no, pero estoy muy segura que todo es peligroso. Al menos, eso es lo que mi cerebro dice. Estoy segura de que no es real, pero hay otra parte de mí que piensa “¿qué tal si lo es?”

Abbie Nicholson (The Mighty)

Trastorno de ansiedad

Todos deseamos una buena salud para vivir una vida plena y productiva. Sin embargo, hay personas que luchan con sus pensamientos y emociones que los abruman y sofocan. Todos los días, buscan salir de aquella oscuridad que los atrapa, pero si lo ignoran, el camino sigue desapareciendo.

En el Ecuador, cuatro de cada diez jóvenes padece alguna enfermedad mental. De ese grupo, apenas dos llegan a ser diagnosticados y sólo uno tiene acceso a un tratamiento profesional. El resto no lo sabe, o lo ignora. Para una persona que padece un desorden mental es diferente la experiencia de desarrollarse dentro de la sociedad, como en sus estudios, con sus familias, amigos, en su trabajo y en la mayoría de sus actividades diarias. Una enfermedad afecta el día a día de la persona, y si no trabaja en ella, sigue incrementando.

Mi objetivo como diseñadora es crear consciencia de la importancia de la salud mental en nuestra sociedad, es por eso que he creado Every mind: una línea de productos que permite a los usuarios reconocer sus propios patrones emocionales, de pensamiento y hábitos. Al mantener contacto y cuidado de nuestros pensamientos y emociones en nuestro día a día, podremos prevenir el desarrollo de desórdenes mentales permitiendo así la intervención temprana. Se formará una comunidad reflexiva que accederá a la ayuda necesaria para tratar desórdenes de una manera más abierta con el soporte crítico necesario y sin tabúes.

Nuestro estado mental es lo que somos y lo que aportamos a nuestra sociedad.